Ulises Francisco Espaillat Quiñones : Biografías Dominicanas
Nació en
Santiago de los Caballeros el 9 de febrero
de 1823. Fueron sus padres Pedro Ramón
Espaillat y María Petronila Quiñones. Casó
con su prima hermana Eloisa Espaillat con
quien procreó seis hijos.
Hombre culto y de vigorosas convicciones,
madurez de criterio y profundidad de
pensamiento, desde muy joven fue reclamado
por la sociedad para el desempeño de
cargos públicos de responsabilidad.
Fue miembro del Senado y de la Cámara de
Representantes, Interventor de Aduanas de
Puerto Plata, miembro de la Diputación
provincial de Santiago, comisionado del
Gobierno en esa ciudad y en las provincias
del noroeste del país. Se desempeñó en
diferentes ocasiones como miembro del
Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros
y fue miembro de la Asamblea Constituyente
que se reuniera en Moca entre los años
1857-1858, además participó como miembro
de la Sociedad de Fomento de Santiago
Trabajó arduamente por el progreso de su
pueblo y convencido de que para el éxito
en el área agrícola es indispensable una
buena comunicación, abrió un nuevo camino
entre Santiago y Puerto Plata.
En el campo político se opuso
ardientemente a la anexión del país a
España y, acusado por sospecha de
complicidad con el movimiento de
Restauración fue condenado a diez años de
expatriación. Indultado más tarde, regresa
al país en 1863.
Fungió como Vicepresidente de la República
en 1864. Hombre de posiciones firmes y
decididas fue perseguido y encarcelado en
varias oportunidades y, decepcionado,
decide retirarse de la vida política pero,
un hombre de valores como éste no se deja
ir mansamente y es requerido nuevamente
por sus conciudadanos. En el año de 1876
fue elegido Presidente de la República por
abrumadora mayoría de votos y, como tal,
suprimió las regalías y dádivas que por
costumbre y en inmoral acción, entregaban
los presidentes a aquellos jefes y
oficiales que habían colaborado en su
ascenso al poder.
La moralidad y honradez de este ilustre
hombre fueron ejemplos mientras duró su
presidencia. Fue depuesto, en gran parte
debido a la supresión de las
gratificaciones mencionadas y al abandonar
la presidencia dijo: “Yo creí de buena fe
que lo que más aquejaba a la sociedad de
mi país era la sed sumamente moral y
regeneradora; pero otra sed aún más
terrible la devora: la sed de oro.”
Como escritor de amena y conceptuosa prosa
nos dejó su interesante obra “Escritos de
Espaillat”, una serie de documentos,
cartas y artículos que se editó como
iniciativa de la Sociedad “Amantes de la
Luz” de Santiago de los Caballeros.
Una de las figuras más
ilustres de los acontecimientos
patrióticos y de la vida política de la
República Dominicana, Ulises Francisco
Espaillat nació en Santiago de los
Caballeros el 9 de febrero de 1823, fue el
único hijo de Pedro Ramón Espaillat
Velilla (Santiago, 1796−idem, 1882) y
María Petronila Quiñones Tavares
(1804−1874). Su padre, fue el décimo y
último hijo del francés Francisco Antonio
Espaillat Virol (Masclat, 1734−Aguadilla,
1807), quien emigró a Santiago en 1758 y
que por temor a una invasión haitiana
emigró a Puerto Rico con su familia donde
finalmente falleció. En los años de su
niñez y adolescencia recibió lecciones de
inglés, francés, música, matemática y
otras disciplinas, en el terreno de las
limitadas posibilidades de la educación
escolar que vivía el país bajo la
ocupación haitiana. Recibió más tarde
lecciones de medicina de parte de un tío
paterno, el doctor Santiago Espaillat.
Para los primeros años de la década
iniciada en 1840, estableció una “botica”,
que era el nombre popular de las
farmacias, en esa época. En 1845, casó con
su prima carnal Eloísa Espaillat
Rodríguez, hija de su tío Juan José
Espaillat.
Proclamada la independencia y establecida
la República para el año de 1848, como
miembro de la Diputación Provincial de
Santiago, comenzó la carrera política de
Ulises Francisco que terminaría el día de
su muerte. Participó de manera importante,
primero, y principal después en todos los
acontecimientos y episodios patrióticos y
políticos que se sucedieron en la vida del
pueblo dominicano, al cual dedicó, en
conducta coherente e ininterrumpida, los
mejores años de su existencia y el gran
caudal de conocimientos que acumuló como
lógica consecuencia de su interés por el
estudio y la práctica permanente de la
actividad política.
En 1849 fue uno de los promotores del
apoyo a Pedro Santana, en contra del
comportamiento irresponsable del
presidente Manuel , que con su
indisciplina había “puesto la Patria en
peligro”. En 1854 participa, como
diputado, en el Congreso Revisor de la
Constitución y forma parte de la Comisión
Redactora de la nueva Carta Sustantiva. El
gobierno nacional encabezado por
Buenaventura Báez auspicia el desorden
administrativo y la corrupción, generando
en la región del Cibao un movimiento
revolucionario que estalla, en Santiago,
en los primeros días de julio de 1857.
Espaillat es uno de los promotores del
levantamiento y suscribe junto a otras
importantes figuras de Santiago, el
Manifiesto Revolucionario contra el
gobierno de Báez. Integrado al gobierno
organizado por la revolución, Espaillat
firma conjuntamente con el presidente José
Desiderio Valderde un decreto que ordena
la incautación de los bienes de Báez,
considerados malhabidos y, en
consecuencia, propiedad del Estado. Esa
decisión no tenía precedentes en la
historia política de la República.
La lucha contra el gobierno de Báez se
extendió por varios meses durante los
cuales se hicieron los preparativos para
la convocatoria de un Congreso
Constituyente que tuvo a Moca como sede.
Espaillat, diputado por Santiago,
participó de manera influyente en el
mismo, que finalizó promulgando una
Constitución liberal y progresista. Los
acontecimientos se precipitaron en el
orden político de los enfrentamientos de
los principales actores y Espaillat se vio
obligado a ausentarse del país pasando por
las islas del norte, y llegó a los Estados
Unidos, en donde permanecerá por espacio
de varios meses. Regresó a Santo Domingo y
se estableció de nuevo en Santiago.
Obligado por las circunstancias firmó el
Acta de Anexión a España en 1861, pero ya
en 1863 cuando la llamada “Zaragata” o
“desorden”, iniciado en la Línea Noroeste,
estaba en contacto con los patriotas
auspiciadores del movimiento restaurador.
Fue hecho prisionero por las autoridades
españolas y condenado a diez años de
expatriación. Más tarde fue indultado. En
agosto de ese año se inicia la segunda y
última etapa de la guerra restauradora y
los patriotas de Capotillo toman, a sangre
y fuego, el pueblo de Santiago e instalan
el Gobierno Provisional de la Restauración
de la República.
Espaillat se convierte en la figura
intelectual determinante del gobierno
patriota. Redacta la mayoría de sus
documentos fundamentales: exposiciones,
resoluciones, decretos, cartas; dirige el
boletín Oficial y organiza, con limitados
recursos, el simple aparato burocrático
del gobierno en armas. Escribe una serena
y objetiva carta al Arzobispo Monzón,
español que ha llegado al país como
expresión intransigente de un pensamiento
y conducta inquisitorial. En ausencia de
Pepillo Salcedo, Presidente de la
República, preside el organismo de
ejecución de la guerra por la nueva
independencia nacional. Recibe a Juan
Pablo Duarte que llega de Venezuela
acompañado de Rodríguez Objio y atiende al
fundador de la República con el respeto
que se merece.
Sus relaciones con Duarte y Mella, en ese
momento Ministro de la Guerra, son
excelentes. De los fundadores de la
República, a quienes conoció y trató,
parece que con Sánchez no tuvo afinidad.
Se ignoran las causas reales de esa
diferencia. A la muerte de Mella, ocurrida
en junio de 1864, Espaillat pasa a ocupar
la Vicepresidencia definitiva de la
República. Renuncia a esas funciones
durante el gobierno de Salcedo y vuelve a
desempeñarla bajo la dirección de ese
general y permanece en esas funciones
luego de su derrocamiento por Gaspar
Polanco. La ejercerá hasta que Polanco es
derrocado por Pedro Pimentel, Federico
García y Benito Monción, en enero de 1865.
Espaillat es apresado el 21 de ese mes en
la Fortaleza de San Luís, en Santiago, y
más tarde confinado a Samaná por órdenes
de Pedro Pimentel, líder del movimiento
contra Gaspar Polanco y elegido más tarde
Presidente de la República. En esos días
le conoce y le observa con atención un
oficial español prisionero de los
patriotas: Adriano López Morillo. Años
después, en sus Memorias Sobre la Segunda
Reincorporación de Santo Domingo a España,
refiriéndose a Espaillat apunta que: “era
de carácter firme, honrado e impenitente
revolucionario y, como dije en otro lugar,
algo sectario a pesar de su educación y
cultura...”
Al finalizar el proceso de la
Restauración, no obstante las diferencias
políticas surgidas entre los grandes
dirigentes de la extraordinaria epopeya
del pueblo dominicano, Espaillat
convertido en el verdadero ideólogo de la
pequeña burguesía liberal del país, se
dedica a escribir y produce una serie de
artículos y ensayos en los cuales fija una
posición política objetiva y correcta
acerca del desarrollo de las fuerzas
productivas de la nación. En su artículo
“A nuestros amigos de los campos”, alienta
a los habitantes de la zona rural a
trabajar e incorporarse a la vida pública.
En otro trabajo discurre sobre la
ganadería y requiere la creación de una
Escuela Normal, en la cual se preparen
jóvenes expertos en ese renglón, tan
necesario para el progreso de la nación.
Durante los mandatos de Báez sufre
persecución y cárcel y al término de la
Guerra de los Seis Años, es puesto en
libertad y regresa a Santiago. Desarrolla
una importante labor cívica que aumenta el
respeto y la admiración por su persona.
Para 1876, Hostos lo consideraba el hombre
más digno del ejercicio del Poder que ha
tenido la República. Desde la ciudad
capital se le reclama para que sea
candidato a la presidencia y el clamor se
hace nacional. En marzo de 1876 acepta la
candidatura. El 15 de abril de ese año, la
Cámara Legislativa lo proclama candidato
electo por la cantidad de 24 000 votos. Se
traslada de Santiago a Santo Domingo,
acompañado de impresionante comitiva que
recorre las comunidades de Moca, La Vega,
San Francisco de Macorís y Cotuí, llegando
a la capital el 27 de abril a las 10 de la
mañana siendo objeto de un cálido
recibimiento. Su ejercicio del poder
apenas duró cinco meses y cinco días.
Desde el 29 de abril, al 5 de octubre de
1876.
Su gobierno patriótico, honesto,
progresista y democrático fue derrocado
por una asonada militar, expresión de la
intolerancia y anarquía de las diferentes
capas de la pequeña burguesía, encabezada
por Ignacio María González. Alto, de tez
blanca, ojos azules, y pelo castaño, nariz
perfilada, labios finos... con cincuenta
años bien cumplidos, regresó a su pueblo
natal el gran prócer republicano derrotado
por la ignorancia y el atraso político. En
Santiago murió rodeado de la admiración y
el respeto de todos sus compueblanos
Ulises Francisco Espaillat, el 25 de abril
de 1878. Su ejemplo corno patriota,
político y maestro llena de orgullo a los
dominicanos.
Para el 1892, en el gobierno de Ulises
Heureaux, el ejército estaba organizado en
cuerpos militares, diseminados en las
provincias; unidades auxiliares, en las
comunes; y fuerzas de la reserva, en los
cantones. Este creó las unidades Batallón
Pacificador en Santo Domingo; Cazadores
Yaque en Santiago; San Felipe en Puerto
Plata; Francotirador en Azua; y Santa
Bárbara en Samaná.
.
Cuatriboliao :
Gregorio García Castro : Nació en la Sección de Pontón, La Vega el 17 de noviembre de 1936. Fueron sus padres Israel García y Ana Dolores Castro, personas de escasos recursos económicos. Desde muy joven se inclinó al periodismo y trabajó como reportero para los diarios "La Información", de Santiago y en Santo Domingo para "La Nación" y "El Caribe."
Narciso González : Era una figura muy conocida en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en donde fue catedrático de la facultad de Humanidades y en la cual estuvo siempre haciendo vida diaria y participando, desde muy joven, en movimientos revolucionarios.
Antonio de la Maza : Antonio de la Maza, hijo del General Vicente de la Maza quien participó junto a Ramón Cáceres, Horacio Vásquez y Ramón de Lara en el ajusticiamiento del dictador Ulises Heureaux (Lilís) y fue inicialmente opositor del régimen
Sagrario Ercira Díaz : (Ciudad de Barahona, 25 de diciembre de 1946 - Santo Domingo, 14 de abril de 1972) fue una dirigente estudiantil dominicana. Fue dirigente de la Facultad de Economía del "Frente Universitario Socialista Democrático" (FUSD) y representante estudiantil en el Consejo Técnico y la Asamblea de su Facultad
Orlando Martínez Howley Se trató de un crimen político con características de asesinato de Estado, planeado y ejecutado (en un periodo de ejercicio del terror político), desde las altas esferas policiales-militares del régimen balaguerista de los doce años 1966-1978.
Mamá Tingó , nació el 8 de noviembre de 1921, hija natural de Eusebia Soriano. Fue bautizada en la parroquia Espíritu Santo de esta comunidad de Villa Mella, el día 6 de diciembre de 1922. Contrajo matrimonio con un campesino llamado Felipe con el cual procreó una familia.
Sociedad Secreta La Trinitaria , El 16 de julio de 1838 convocó Duarte a sus discípulos para constituir, bajo la adveración de la Virgen del Carmen, cuya festividad se solemnizaba ese mismo día, la sociedad patriótica «La Trinitaria». El sitio escogido para la reunión fue la casa de Juan Isidro Pérez de la Paz, acaso aquel de los ocho elegidos que amó más tiernamente a Duarte, la cual se hallaba situada en la calle del Arquillo o calle de los Nichos, frente al antiguo templo de Nuestra Señora del Carmen y contigua al hospital de San Andrés.
Loma Miranda : Es un montículo del extremo nororiental de la cordillera Central, considerado el segundo asiento más importante y valioso de la isla La Española, según la Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana.
La fortaleza de la villa de la Concepción : fue construida bajo las órdenes de Cristóbal Colón en el 1494. El objetivo de la misma era fijar un centro económico-militar para dirigir la explotación de las riquezas de esta región. Una vez terminada la fortaleza se levantaron los edificios que constituyeron la Villa de la Concepción.